domingo, 21 de octubre de 2007

Como un Instrumento Puede Demostrar Tanto Sentimiento.

Texto Sacado de TUTOERRADO
Un blog muy interesante al cual debo agradecer este fantástico texto y lo quiero compartir con Uds.




TROMPETAS

Cuando la trompeta suena, qué triste que lo hace. Un río que aletarga la dulzura del dolor. Una vibración que emana como un río de lágrimas, y se recibe como caramelo espeso. Las canciones con trompeta son una cosa hermosa, a veces friqueante, frenética y rápida, y otras tantas, con dulzura, cadencia y elegancia.

La trompeta es un instrumento que se aprecia mejor cuando se toca desde el alma, esa que se encuentra atorada justo entre la boca del estomago y las tripas. Ya sea en solos o pequeños intervalos, el instrumento dorado con tres pistones es la magia que no te suelta en esos momentos en los que todo es terrible contraste. Enseñándonos a matizar el cosmos.

He aquí mi recomendación de cinco canciones con trompetas que si no las han escuchado, yo opino que lo hagan. Y ya. Habrá muchas canciones que deberían o merecían estar aquí, y reducirlo a cinco parece muy vulgar y reduccionista; pero en mi punto de vista, la trompeta la aprecio en diferentes épocas en las que fueron hechas y de mi vida, de una manera distinta e interesante cada que escucho estas. ¡Buen provecho!

5.- First Fanfare- Jaques Coursil. 17:08 minutos de trompeta sola. No es jazz, rock, pop o género cualquiera. Es una trompeta dulce que busca e entristece todo el ambiente y rasguña hasta lo más profundo. De la disquera neoyorquina Tzadik, el disco de este ex jazzista de la segunda mitad de los 60, quien decidió apartarse de la escena y regresar a su nativa Martiníca para enseñar teoría lingüística, entrega esta pieza que abre una de tres, igual de perras, mismas que componen el disco de 2004 Minimal Brass.


4.-No difference-Everything but The Girl. Si bien la trompeta no ocupa un papel protagónico en esta melodía sí le da un sabor bastante rico. Como si te encontraras en la playa viendo como muere el sol y a lo lejos alguien la estuviera tocando en la cima de unas rocas, donde las olas rompen violentamente. Un lugar común que sirve para describir la melancolía que evoca esta canción del dueto electrónico. Casi inadvertida y casi antes de que la rola muera.

3.-Life in a glass house-Radiohead. Radiohead es apreciado por ser una suerte de Pink Floyd contemporáneo, con discos tan buenos, revolucionarios y extremadamente populachos como el Ok Computer (1997) o el Kid A del 2000. Sin embargo sólo los fans topan esta joyita. Una canción que sale de las sesiones del Kid A, pero se encuentra en su segunda parte, el Amnesiac de 2001. Hasta el último track de este disco mandan la pieza que agoniza de una manera que casi roba el aliento; como si supieran lo que tenían entre manos, mostrándola pero sin hacerla evidente. No sólo hay una trompeta ahí, sino toda una sección de metales que arrastra el dolor y la paranoia de la voz de Tom Yorke. Pero es la trompeta del músico invitado Humphrey Lyttelton, la que se roba nuestra alma sin concesión alguna.

2.- Niño diamante- Los Fabulosos Cadillacs. Más allá de “Matador” y “Vasos vacíos” Los Fabulosos… entregan en el 97 Fabulosos Calavera, un disco plagado de oscuridad, sueños corrompidos, sangre, jazz y rock selvático a lo Santana. “Niño diamante” es una pieza poco habitual en el repertorio de los argentinos que sube y baja, con una batería precisa y que ataca, una guitarra desbocada y una sección de metales melancólica pero gruñidora, solemne pero no aburrida. Deliciosa. La voz de Vicentíco va de la dulzura a la locura, y en medio de todo el sólo de trompeta de Américo Belloto pone a esta canción en algo que siempre quisiste saber de LFC pero que más bien optaste por callarlo. Una chingonería de a y que nunca le volveríamos a escuchar al conjunto hoy disuelto.

1. - Blue in Green-Miles Davis. Varias cosas: Miles es el trompetista por antonomasia (“la trompeta es una extensión de mi cuerpo, como mis manos”). El disco Kind Of Blue de 1959, es para muchos el clímax del jazz, el dream team del género (John Coltrane al saxo y Bill Evans al piano ahí nomás). “Blue in Green” es tristeza, es melancolía, es la vida cobrando sentido tras sus ruinas. Es el alma tratando de hablarte; un cúmulo de emociones que revoluciona la manera de hacer jazz y que queda en la posteridad en el tercer track de este estupendo disco. Un poquito más de cinco minutos bastan para dejarnos arrastrar hasta el fondo de nosotros mismos. Elegante pero no clasista, romántico y triste sin llegar a ser cursi. La trompeta en su máximo esplendor.

No hay comentarios.: