PARA REFLEXIONAR:
Su nombre era Fleming, un agricultor pobre de Inglaterra. Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano.
Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de liberarse del lodo. El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible. Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor ingles. Un noble inglés, elegantemente vestido, se bajó del vehículo y se presentó a si mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.
-"Yo quiero recompensarlo," dijo el noble británico. "Usted salvó la vida de mi hijo".
- “No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice" respondió el agricultor ingles, rechazando la oferta. En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.
- "¿Es ese su hijo?" preguntó el noble.
- "Si," repuso el agricultor lleno de orgullo.
- "Le voy a proponer un trato. Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si él es parecido a su padre crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso". El agricultor aceptó.
Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor se graduó en la Escuela de Medicina de St. Mary's Hospital en Londres y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo, el notorio Sir Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina.
Algunos años después, el hijo del noble ingles, cayó enfermo de pulmonía. ¿Qué lo salvó?...la Penicilina.
¿El nombre del noble inglés?...Randolph Churchill. ¿El nombre de su hijo?...Sir Winston Churchill.
Y luego Dicen que las pequeñas cosas no son importantes...
Curiosidad: El doctor Alexander Fleming, descubridor de la penicilina, visitó las bodegas de Domecq en 1948. Pese a su timidez, esbozó una frase que quedó para la historia, refiriéndose a la levadura que forma la flor del vino. Dijo: “Yo he descubierto un hongo que cura a los enfermos, pero ustedes tienen otro que resucita a los muertos”
Gracias http://isluna12.blogspot.com
2 comentarios:
La organización Churchill, así como otras publicaciones científicas serias han desmentido esta historia, ya que se trató de una hermosa historia que inventaron dos señoras para contarla en la sonday class de su Ignesia a los niños.
Esa historia es real.
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